Cuando Teresita era una niña, su hermana María le hizo un regalo a ella y a su hermana Celina; les regaló unas cuentitas en un cordoncito, con un crucifijo y una medallita. Y esto fue lo que les dijo: “ Este es un cordón con cuentitas para contar sus regalos a Dios. Durante el día, cada vez que hagan algo que le agrada a Dios, jalen una cuentita. Y así, cuando oren en la noche, podrán decirle a Dios cuántos regalos tienen para Él”.